La concienciación, clave para evitar sufrir ataques cibernéticos

La COVID-19 ha transformado la sociedad y uno de estos cambios es que las empresas han subido cargas a la nube de manera masiva para poder mantener la actividad en tiempos de confinamiento y, actualmente, cuando un empleado es positivo, asintomático o con síntomas leves.

Esta nueva realidad ha multiplicado también los ataques informáticos, ya que la proporción es simétrica: a mayor actividad positiva en el ciberespacio, mayor actividad negativa.

En este contexto, las empresas, cada vez más, apuestan por soluciones de seguridad. Pero, estas no siempre son efectivas, porque los ataques phishing, por ejemplo, a menudo se saltan todas las medidas de seguridad y alcanzan la bandeja de entrada del personal de la empresa para infectar su equipo y, a través de este, toda la organización.

Por esto, ante estas amenazas, una de las medidas más efectivas son los planes de concienciación. Una medida clave para medir el riesgo de la organización y que conviene aplicar, año a año, cuál es el nivel de exposición de la empresa frente a un ataque de ingeniería social y poder tomar las medidas apropiadas.

¿Por qué necesita tu empresa un plan de concienciación?

Aplicar un plan de concienciación en una compañía es muy importante para difundir una cultura segura en todos los trabajadores.

Cuando los empleados reciben formación en ciberseguridad, estos cambian su manera de funcionar y empiezan a comportarse de una manera más segura. En este sentido, se produce un antes y un después. Un cambio en su actitud que se manifiesta en reportar correos sospechosos, no descargar archivos inesperados, un uso de contraseñas robustas o de doble factor para la autenticación y bloquear la pantalla cada vez que se abandona el ordenador, etc.

Todo esto justifica y defiende la necesidad de contar con un plan de concienciación. Pero, para que sea un éxito hay que saberlo aplicarlo correctamente.

¿Cómo hacer que el plan de concienciación sea un éxito?

No existe una única manera de conseguir que el cambio de mentalidad alcance a todos los empleados de una organización, pero sí que todas las formas de lograrlo tienen los mismos ingredientes

El principal condimento para conseguir una cultura segura en toda la empresa son los contenidos de calidad. A través de ellos, los empleados son capaces de interiorizar mejor los conocimientos.

Los mejores contenidos para lograr que el mensaje cale en los trabajadores son, principalmente, los vídeos, los videojuegos y los módulos interactivos.

Para saber si el plan ha sido satisfactorio o no hay que realizar una evaluación a posteriori con herramientas de simulación para verificar que el comportamiento de los usuarios es seguro y sus conocimientos a través de exámenes y encuestas directas.

Pero, lo que hay que tener claro es que mantener una cultura segura no es una cuestión que haya que abandonar cuando los resultados de la evaluación son positivos. ¿A caso se le ocurriría a algún responsable de seguridad, dejar de instalar el antivirus o las distintas soluciones de seguridad solo porque los ataques se han reducido? La misma pregunta la podríamos aplicar al plan de concienciación y obtendríamos la misma respuesta.

El Plan de concienciación como carrera de fondo

El plan de concienciación es un proceso de formación que acompaña a la empresa durante toda su existencia para que los directivos siempre tengan un conocimiento fiable del riesgo que tienen de sufrir un ataque de ingeniería social como el phishing.

La formación tiene que ser periódica, ya que el día a día hace olvidar los conceptos básicos aprendidos. Además, la rotación del personal también exige una formación de las nuevas incorporaciones en materia de ciberseguridad. Por otro lado, un plan de concienciación continuo es una manera de estimular al personal y mantenerlo siempre consciente del riesgo que corre.

La concienciación en ciberseguridad es clave para mejorar la competitividad de una empresa y en Cargilar podemos ayudarte en el proceso.

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