En un mundo cada vez más digital, garantizar la seguridad cibernética se ha vuelto una prioridad para las empresas. Por esto mismo, los responsables de ciberseguridad de las organizaciones demandan soluciones que permitan realizar simulaciones phishing lo más realistas posible.
Y es que, no hay que olvidar que el phishing es una de las principales amenazas que acecha a las empresas y, cada año, les supone mucho dinero. Según los últimos datos difundidos por Ponemon Institute, en Estados unidos el phishing ya genera unas pérdidas de 14,8 millones de dólares al año. Una cifra que no para de crecer en los últimos años.
Por esta razón, los responsables de seguridad buscan una solución que simule un ataque phishing y permita alertar a los empleados de sus efectos para evitar que tenga consecuencias negativas en las empresas.
¿En qué consiste una simulación de phishing?
Una simulación phishing replica el comportamiento de un ataque phishing real de la manera más fiel posible para alertar a los empleados de sus efectos negativos.
En concreto, simula la duración del ataque, que suele ser de unas dos horas; el medio usado para propagar el mismo, generalmente el correo electrónico; la presencia de técnicas de ingeniería social en las cabeceras y cuerpo del mensaje; el uso de enlaces o archivos adjuntos; el uso de sitios webs falsos que replican otros reales, y la medición de acciones del usuario (si abre el correo o si hace clic en el enlace).
De esta manera, estas simulaciones recrean un ataque phishing con el máximo realismo, pero sin reproducir el daño al usuario, ya que no capturará información crítica y es totalmente inocua para el empleado.
Normalmente, cuando una simulación de un ataque tiene éxito, se le muestra al usuario un mensaje educativo donde le explica que si realiza esa acción con un ataque real puede perder datos o sufrir terribles consecuencias.
Gracias a esta simulación, las empresas mejorarán la concienciación de los usuarios respecto a los ataques de phishing, pero sin correr riesgo alguno.
La mejora de la concienciación de ataques phishing es clave para evitarlos
Es inherente en la naturaleza humana que hasta que no percibimos con nuestros propios ojos el efecto negativo de una realidad no somos conscientes del daño que nos puede provocar.
Precisamente, por esta razón, podemos afirmar que un ataque phishing es la mejor forma de advertir a los empleados del riesgo que corren con un ataque de estas características y que tienen que estar alerta si no quieren sufrir las consecuencias negativas de un ataque de esta índole.
No obstante, lo que hay que tener claro cuando se ejecuten simulaciones phishing es que, habitualmente, con una simulación o con pocas simulaciones no basta para evitar sufrir el daño que provocan
Pero, nada más lejos de la realidad, para generar un hábito en cultura de ciberseguridad a personas ajenas a este mundo, se requiere de cierto tiempo y perseverancia.
Además, para medir exactamente lo que hay que medir y tener un mejor conocimiento del nivel de riesgo de los usuarios conviene realizar Whitelists.
Porque hay que tener en cuenta que una simulación de phishing no es una prueba que mida si funcionan o no las soluciones de seguridad, sino que es un instrumento clave para medir el comportamiento, las conductas y las acciones de las personas.
Si quieres tener un buen conocimiento del riesgo de los empleados de tu organización, en Cargilar podemos ayudarte a que la simulación de phishing sea un éxito.